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martes, 19 de enero de 2010
DRAMA
U.S.A.
Titulo Original: 25th Hour
Director: Spike Lee
Editor: Barry Alexander Brown
Escritores: David Benioff
Cinematografía: Rodrigo Prieto
Música: Terence Blanchard
Elenco: Edward Norton, Philip Seymour Hoffman, Barry Pepper, Rosario Dawson, Anna Paquin, Brian Cox.


La Hora 25 es una de las mejores películas que he visto en la vida. Durante aproximadamente 24 horas vemos a Montgomery (Edward Norton) un ex-drug dealer vagar rincones de Nueva York, disfrutando su ultimo día de libertad antes de cumplir 7 años en una prisión por los crímenes naturalmente relacionados con su “profesión”. En el proceso intenta reconectarse con sus dos viejos amigos, su padre y descubrir si su querida novia lo traiciono o no. Si creen que esto suena como un drama común y ya hasta prevén los procesos que se desarrollaran serán gratamente sorprendidos. Este es un filme tan épico y humano que es francamente increíble que tantos sentimientos se aborden de manera directa e indirecta, por medio de metáforas y verosimilitud plena en solo 2 horas 15 minutos.

Jacob (Philip Seymour Hoffman) esta triste de que Monty vaya a la cárcel pero al parecer esta mas triste de la distancia que se ha formado entre ellos dos, sin embargo se mantiene optimista antes las prospectivas y sabe, o por lo menos de eso se quiere convencer, de que estará ahí para su amigo. Mientras tanto encuentra comfort en un trabajo que no lo llena del todo en las emociones sentimentales que le produce una de sus alumnas (Anna Paquin). Frank (Barry Pepper) esta enojado con Monty, lo extraña y le enfurece el punto al que ha llegado por sus acciones y esconde lo confundido que esta en su fachada de galán, mujeriego y en la cantidad considerable de dinero que posee. Naturelle (Rosario Dawson) esta confundida. Ama a su novio y no entiende la distancia y estoicismo en su actitud cuando solo le quedan unas pocas horas de libertad. Monty solo vaga, recordando el pasado en compañía de un fiel perro que, se nos informa al inicio, rescató de la muerte y que ahora siempre esta a su lado. Tenemos la impresión de que gran dolor y arrepentimiento hay dentro de el, que la furia y tristeza en su interior se pelean para encontrar un significado de todo y en todo.

Como pueden ver en la portada, en la que solo figura Edward Norton, la historia es y gira alrededor de Monty, pero Spike Lee y su escritor David Benioff, son tan pero tan buenos para espaciar diálogos, secuencias y para combinar conflictos que cada uno de los 6 personajes notorios de la película es construido en un individuo vivo, complejo y atrayente. Gracias a las actuaciones de este gran elenco, estos personajes cobran una trascendencia inmensa no solo para la historia sino para el espectador. Hipnóticos encuadres acompañan diálogos poderosos y, cuando la historia lo requiere, Lee adopta métodos estilizados para mostrar los conflictos internos de los personajes en escenas de una belleza metafísica que plasma de forma honesta sueños, anhelos y decepciones. Como la escena en la que Jacob y Frank hablan de las ultimas horas de Monty recargados en una ventana donde se pueden ver los escombros de las torres gemelas (11/9 es un tema de suma importancia en el filme). Esta escena, la cual dura varios minutos, es un plano secuencia que luce las habilidades histriónicas de los actores y nos agobia con la exasperante realidad de la ciudad y de estas personas. Su simpleza y fuerza es una cosa de suma belleza. Por otro lado tenemos el soliloquio de Monty, quien al ver un “Fuck you!” en el espejo de un baño publico comienza un monologo en contra de todas las etnias de Nueva York, sus amigos e incluso la iglesia y Jesucristo, para desembocar en la dura revelación que todos hemos afrontado en alguna ocasión de que la fuente de nuestros problemas no esta tan lejos. La intensidad de Norton, la fotografía super saturada, cortesía del genial Rodrigo Prieto y la mezcla entre comedia y tragedia social nos ponen en el mismo trance que Monty: “¡Chingense todos! Chingome yo”.

Algunos pueden juzgar a La Hora 25 como una película muy gringa y pues simple y sencillamente no lo es. Es una película muy norteamericana definitivamente pero, si el contexto social se ve solo desde la superficie cometeremos el error de juzgar la chilloneria de un país cuando lo que se intenta hacer es mostrar la relación vital entre ser y entorno. Podrá no ser nuestro entorno pero, las repercusiones fueron universales y los conflictos internos que nos definen muchas veces pueden ser tan únicos como identificables en todas las personas.

El filme llega a su climax en la fiesta de despedida de Monty donde, revelaciones cruciales llegan, el alcohol se mezcla y palabras y acciones vuelan con honestidad, impulsividad, peligro y una trascendencia innegable. Después de esto Lee nos transporta a un mundo añorado que mas de una persona que conozco ha mal interpretado como una mafudada ñoñera, cobarde e idealista, siendo que todo lo contrario es lo que se ha logrado. La Hora 25 es una obra maestra que jamas perderá su fuerza y su efecto.

“This life came so close... To never happening”



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