Siendo este mi primer Post dentro del blog he visto el gran interés actual de los Comics al cine, y he decidido comentarles acerca de una película que tuve la oportunidad de ver en Argentina y que hace unos días acabo de conseguir en la red. Si bien es cierto que esta película no está basada en un comic, la estética manejada y conceptualizada es muy similar a viñetas de historietas.

Es un excéntrico Film Noir del siglo XXI, una historia fantástica con textura de los años 30s, con el arte de películas de ciencia ficción antiguas, y efectos especiales modernos, pero crea una atmósfera sorprendente que ningún cinefílico puede perderse.

Cuenta la historia de un pueblo sin voz, pero el no tener voz no significa la falta de palabra, las frases y expresiones salen de sus bocas y estas se visualizan del tamaño de la intensión dada, pero lo interesante es que los personajes también ven estos tipos de subtítulos, y no solo eso sino que afectan el entorno en el que se mueven, es decir, si alguien grita un “¡HAAA!” dicha palabra puede llegar a ocupar media pantalla y empujar al otro personaje fuera de ella, o en otro caso si el personaje quiere que el otro baje la voz toma la palabra y la hace mas chica, es un manejo muy interesante y sin embargo no se queda únicamente con eso la historia. Todo el pueblo es controlado bajo la influencia de una antena que los hipnotiza haciéndolos vivir de un manera robótica. El principal conflicto se sitúa en la Voz, una mujer que es la única que puede hablar, pero al tener un hijo sin ojos decide cambiar su bella cualidad por unos ojos de cartón para su hijo, de aquí se desarrolla la trama de la historia, que desde un punto objetivo nos damos cuenta que tiene un excelente inicio pero a medida que pasa el tiempo pierde mucha fuerza y concluye un poco decepcionante. Pero sin lugar a duda la forma en la que está grabada dicha historia es muy convincente y vale mucho la pena verla, es el vivo ejemplo de cómo se puede hacer otro nuevo cine sin tanto presupuesto, dando a conocer cuestiones que sin una ficción tan extrema resultarían muy aburridas, el cine independiente no debe ser únicamente de sufrimiento y sociedad, también hay otra visión que contemplar.

Escrito por Joaquin Loustaunau.

Trailer aqui